sábado, 30 de octubre de 2010

Néstor Querido

Solo…Néstor y el Pueblo

Néstor… solo un nombre…
Enaltecido por tu humanidad.
Tú inmensa e inconmensurable humanidad
Hacedor de ternuras…

Aladino de utopías…
De sueños concretados
De injusticias olvidadas
De amores encendidos

Néstor…sos… con tus manos abiertas
Y aquí, estoy…yo
Yo…estoy…vagando en mis ideas
Con recuerdos recientes

Recuerdos de días de sol
De noches iluminadas
De vientos detenidos
De silencios hecho voces

De caminos ensanchados
De patria enaltecida
De la vigilia del peón
Néstor…recuerdos de vos

Allí en la plaza
Todos juntos estuvimos
Redescubriéndonos…
Distintas generaciones ellos, vos, nosotros y yo.

Tiemblen…traidores y obsecuentes
Somos millones…
Nos reconoceremos en la multitud
Somos los guardianes…de la esperanza encendida.


Eduardo Visco –Periodista y Escritor

lunes, 4 de octubre de 2010


RECORDANDO A MERCEDES SOSA
Por Eduardo Visco*

El tic-tac del reloj nos recuerda que hoy se cumple un año de la partida de la “monumental” e “inigualable” Negra, Mercedes Sosa.

Aun retumba en mis oídos, la noticia de aquel día…murió la Negra…partió radiante a lugares desconocidos, nos dejo la alegría de su canto, la cadencia de su música, su dulzura y su compromiso con los humildes.

“La Negra” desde su Tucumán supo encontrar el camino para acunar sueños y utopías, hoy su canto, su vos, ella toda, acompaña las vigilias de aquellos que no tienen pan.

Supo decirnos una ves a través de su canto “Navidad para todos”.

Sinónimo de coherencia, de valor para la denuncia hecha canto para convertirse en Justicia Social, luz en el camino del chango desprotegido, esperanza del excluido,
siempre junto al pueblo, el trabajador, el estudiante, metida dentro de un receptor radial, acompañando los duros amaneceres del campo.

Mi querida Mercedes Sosa, cual eco permanente tu vos y mensajes están en mis oídos, por tu canto, por tu lucha, por pensar lo que hacías y hacer lo que pensabas, estas presente y estarás con fuerza arrasante cual ola estrellándose con furia contra la roca, para luego deslizarse en una caricia maternal sobre la playa, dejando oír tus melodías como consuelo de la mesa vacía.
Gracias…Negra…Gracias Mercedes Sosa…

* Periodista y Escritor