lunes, 18 de agosto de 2014

INTELECTOS COSMICOS
Están conmigo los “intelectos cósmicos” sus figuras alargadas y deformes, como las pintadas como el Greco, de miradas muertas con la frialdad y quietud de las estatuas.
Me anime y las invite a compartir el “guindado de mamá” a mi lado se mueven entre luces danzantes, e imagino el escenario ideal, con sones de clarines y repiquetear de tambores.
Las luces oscurecen la sala, salgo a escena cubierto con plateada capa y ellos los “cósmicos intelectos” brincan a mi derredor como aborígenes adorando a su dios.
Mi cuerpo se contrae, aspiro, expiro, desde lo más profundo de la voz, anuncio que la función ha comenzado…



Heroínas del pasado, Dioses de la mitología y punteros del hoy, se entremezclan dando marco a los actores


Juan, un esqueleto ennegrecido de contraído gesto, Pedro lo observa inmóvil desde la puerta del imaginado zaguán, detrás Georgina, cargada de lentejuelas con su pálida piel, color de nada, grotesca, se ríe a carcajadas, caminando como si estuviera sobre arenas movedizas.
Todo…todo responde a la “Cósmica Murga” desde el abismo de mi mente, presencio el tragicómico espectáculo, por momentos se esfuma, transcurre…legan los hurra!.. anunciando el final, final de suicidio, nacido en el otoño del Parque Lezama, bajo aquella vieja magnolia, vigilia alumbrada por antiguos faroles, cayendo pétalos de flores, sepultando las huellas de tus pasos, arrastrados por la brisa que comenzara luego de esa persistente llovizna.
Suicidio pensado, recordado desde el “intelecto cósmico” cuando aquella noche supe que nunca más volvería a acariciar tu blanca cabeza.
Eduardo V. Lococo

No hay comentarios:

Publicar un comentario